29/03/2011
La leptospirosis se considera la enfermedad zoonótica más extendida a nivel mundial. Ha sido clasificada como una enfermedad infecciosa emergente o reemergente por la Organización Mundial de la Salud y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU. Las pruebas convencionales para su diagnóstico incluyen la microscopía directa, el cultivo y el método estándar de referencia más utilizado, la prueba de aglutinación microscópica (MAT). Sin embargo, el diagnóstico clínico de la leptospirosis es difícil debido a sus manifestaciones proteicas. La mayoría de los casos de leptospirosis se diagnostican mediante serología. La investigación serológica definitiva en leptospirosis sigue siendo la MAT, aunque se ha demostrado repetidamente que la detección de IgM es más sensible que la MAT cuando la muestra se toma temprano en la fase aguda de la enfermedad (hacia el final de la primera semana). Sorprendentemente, la mayoría de los kits de ELISA disponibles comercialmente utilizan la cepa no patógena L. blifexa Patoc 1 como antígeno, por lo que no se puede evaluar el serovar infeccioso.
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