La alergia al polen de olivo (Olea europaea) está presente en las regiones con clima meditarráneo. El árbol pertenece a la familia de las oleáceas, compuesta por más de 600 especies, entre las que se encuentran el jazmín, la lila, el fresno y el aligustre. Es originario de la cuenca del Mediterráneo, pero pueden encontrarse olivares en otros lugares del mundo, como China, Australia, Argentina y California. La floración depende de la temperatura así como de las lluvias, pero normalmente es a mediados de primavera cuando hay mayor concentración de polen. Puesto que el olivo es de la familia de las oláceas, puede dar alergia en la época de floración de otros árboles, por lo que la época de afectación abarca desde finales de invierno a finales de primavera. La mayoría de los alérgicos al polen del olivo están afectados por la proteína Ole e 1, pero hay hasta 12 proteínas capaces de producir alergias. Las proteínas 7 y 9 indican gravedad a quien las padecen. Los síntomas más comunes son rinitis, asma bronquial y alteraciones en la piel. Como prevención se aconseja evitar salir fuera de casa en los momentos de mayor concentración de polen (principalmente al amanecer y atardecer, sobre todo cuando haga fuerte viento), instalar filtros antipolen en el aire acondicionado y coche, llevar gafas de sol al salir a la calle, ducharse y cambiarse de ropa al llegar a casa, y no tender en el exterior.
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