La alergia al polen de gramíneas (Phleum pratense) es una de las alergias más comunes en todo el mundo (entre el 1-30% de la población). Las gramíneas son una gran familia de plantas, silvestres o cultivadas, con más de 12 mil especies diferentes. De entre ellas, hay productos tan habituales como el arroz, el trigo y la caña de azúcar. Se estima que constituyen aproximadamente el 20% de la cubierta vegetal de la Tierra. Las gramíneas producen una gran cantidad de polen, siendo a finales de primavera cuando se llegan a obtener las mayores concentraciones. No obstante, dada la gran cantidad de especies y dependiendo del clima, se puede encontrar polen de gramíneas en la atmósfera a lo largo de todo el año. La especie Phleum pratensees originaria de Europa, pero está extendida por todo el mundo. Prevalece en regiones de climas templados y fríos, y es poco resistente al calor y a la sequía. Los síntomas más comunes son rinitis, conjuntivitis, afectaciones cutáneas y asma. Como prevención se aconseja evitar salir fuera de casa en los momentos de mayor concentración de polen (principalmente al amanecer y atardecer, sobre todo cuando haga fuerte viento), instalar filtros antipolen en el aire acondicionado y coche, llevar gafas de sol al salir a la calle, ducharse y cambiarse de ropa al llegar a casa, y no tender en el exterior. Las personas con alergia al polen de gramíneas pueden tomar cereales sin ningún problema, a no ser que hayan sido diagnosticados de alergia a algunos de estos alimentos.
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