Herpes genital

El herpes genital es una infección causada principalmente por el virus del herpes simple tipo 2 (VHS-2). Forma parte de las enfermedades incluídas en el panel de TORCH. La transmisión es casi exlusivamente por vía sexual. En raras ocasiones se transmite de madre a hijo durante el parto, provocando el herpes neonatal. Los síntomas son dolor, comezón, úlceras y costras. Durante el brote inicial, pueden aparecer síntomas similares a la gripe. En muchos casos, o no se presentan síntomas o son muy leves. Las recurrencias son frecuentes, pudiendo experimentar ardor, hormigueo y pizacón en la zona, o dolor en lumbares, glúteos o piernas antes de la reaparición. El tratamiento consiste en antivirales para ayudar a curar las llagas más rápidamente, disminuir la gravedad y duración de los síntomas, reducir la frecuencia de la recurrencia, y minimizar la transmisión. Como prevención se recomienda practicar sexo seguro y no tener relaciones durante un brote. El diagnóstico del herpes genital se realiza mediante cultivo viral, PCR y detección de anticuerpos en sangre.

El herpes genital por VHS-2 es una infección muy extendida a nivel mundial, dura toda la vida y no tiene cura. Se estima que alrededor de 500 millones de personas están infectadas en todo el mundo. Hay más mujeres que hombres infectados, y la prevalencia aumenta con la edad, pese a que hay un mayor número de infecciones en adolescentes. Entre un 10%-20% de las personas infectadas han sido diagnosticadas, y hasta un tercio de las personas con una nueva infección pueden llegar a desarrollar síntomas. La infección por VHS-2 multiplica por tres el riesgo de infección por VIH, e incrementa el riesgo de aborto espontáneo y nacimientos prematuros. Las personas infectadas con VHS-2 y VIH tienen más probalibilidades de transmitir el sida, siendo la infección por VHS-2 una de las más frecuentes en pacientes con VIH (60%-90%).

Existe un cierto porcentaje de infecciones genitales que puede atribuirse al VHS-1, por lo que distinguir el tipo de virus causante de esta infección es muy importante, ya que las infecciones genitales por VHS-1 no son clínicamente tan graves y muestran menor propensión a ser recurrentes que las producidas por VHS-2.