Erliquiosis

La erliquiosis es una enfermedad transmitida por vectores, causada por bacterias del género Ehrlichia, las cuales atacan a los glóbulos blancos de la sangre. Esta enfermedad puede ser contraída por animales y humanos, siendo la Ehrlichia canis la que afecta más comunmente a la especie canina. La erliquiosis se transmite a través de la picadura de la garrapata, no por contacto directo con animales infectados. En raras ocasiones, puede transmitirse mediante transfusión sanguínea. Aunque la transmisión directa de E. canis de perros a humanos no es común, la posibilidad de contraer la enfermedad a través de garrapatas infectadas representa una vía de transmisión zoonótica. Los síntomas más comunes dependen de la fase de la enfermedad, siendo de leves a moderados, pudiendo incluso causar la muerte. Los más comunes son fiebre, pérdida de peso, letargo, inflamación de articulaciones, cerebro o ganglios, hemorragias y convulsiones. El tratamiento consiste en suministrar antibióticos, doxiciclina. Si se trata en la fase inicial de la enfermedad, es curable casi completamente. Como prevención se recomienda evitar las picaduras de las garrapatas, revisando al perro antes y después de cada paseo, evitando zonas húmedas y con matorrales, peinando al animal y usando productos antiparasitarios. Puesto que los síntomas son muy parecidos a otras enfermedades y la infección puede permanecer activa unas semanas, o cronificarse y provocar problemas a largo plazo, el diagnóstico precoz es muy importante, pudiéndose hacer mediante frotis de sangre periférica con un microscopio, una prueba serológica o PCR.

La erliquiosis canina está presente en todo el mundo, particularmente en áreas tropicales y subtropicales, y tiene mayor presencia en los meses de más calor, ya que las garrapatas están más activas.