La alergia al moho es causada por la inhalación de las esporas que libera el moho. El moho se encuentra en interiores y exteriores. Los mohos de exterior viven en los troncos y las hojas de los árboles, y los mohos de interior están localizados en lugares cálidos y húmedos como baños y cocina. Los géneros de mohos más comunes que causan alergia son: Alternaria, Aspergillus, Cladosporium y Penicillium.
Los síntomas van de levas a graves y son similares a los de la fiebre del heno: rinorrea, congestión nasal, estornudos, picazón en nariz, ojos, oídos y boca, ojos rojos, llorosos e hinchados, e incluso asma. Si la alergia la causa un moho de interior, los síntomas duran todo el año. Si la causa un moho de exterior, los síntomas son estacionales, coincidiendo con temporadas húmedas. Como prevención se recomienda eliminar fuentes de humedad, deshumidificar, cambiar filtros de aire acondicionado y calderas, ventilar en las zonas húmedas, y evitar exposición al exteriro en los meses más húmedos. El diagnóstico se realiza mediante pruebas cutáneas con punción o con un análisis de sangre para detectar anticuerpos IgE.
Se estima que alrededor del 10% de las personas tienen alergia al moho y que el 5% muestra síntomas. En personas con asma, se estima que el 80% son alérgicos al moho.
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